Galería gráfica resumida del viaje


MI GRATA SENSACIÓN AÉREA

En el viaje del avión, se ven hay amplias extensiones de cielo sobre territorios agrestes o domesticados de tierras fértiles y amables. Durante las extensas horas que dura el viaje, miro pacientemente por la ventanilla y voy respirando ese hondo latido de la tierra que compensa, y muy eficazmente, del hastío producido por la lentitud de las horas y no consulto el reloj. Sin embargo, observo la impaciencia de muchos viajeros: todos tenemos prisa por llegar a cualquier sitio y el camino -que es en definitiva la vida- nos parece extremadamente interminable. Ahora, en los tiempos que corren, pagaríamos más por arribar, con la mayor celeridad posible, a los destinos deseados, a las ciudades ignotas y prestigiadas, a los paraísos de aires cálidamente prometedores. Sin el necesario asombro ante la versatilidad de la vida que pasa, rápida, tras el cristal de la ventanilla parcialmente arañadas por otros pasajeros asombrados por el paisaje que se divisa desde las alturas.


Día 20: Vuelo hacia Nueva Delhi